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martes, 30 de julio de 2019

CARRERA DE RELEVOS

De nuevo en el pasillo de mi futuro rodeada de sillas agujereadas y puertas cómplices, que se abren y se cierran, custodiando la vida, dando la intimidad y la tregua necesaria. Hasta llegar hasta aquí, he dejado un rastro de esperanza y me he dejado conducir por protocolos extenuantes, que mis pechos han sabido amortiguar con la dignidad silenciosa de lo que es bello y generoso por naturaleza. "Acércate y pon el brazo aquí, levanta la cabeza, relaja los hombros, no respires…". En un segundo, una máquina traída del espacio retrata el sueño de una manzana dorada, codiciada por el lobo del tiempo. Nadie ha visto el pánico brotar de mis pupilas, ni un silencio enloquecedor trepar por mis piernas. Oigo mi nombre y el tiempo y el espacio se encuentran, cediéndose el paso. Una estrella fugaz cruza el cielo y un serafín me deja un sobre aterciopelado. Son los labios de una sanitaria los encargados de dar forma a la frase perfecta: "Puedes i

lunes, 29 de julio de 2019

CON "B" DE BERTÍN

Que no se pierda la estirpe
del buen verraco español,
hay tan pocos que han entrado
en peligro de extinción.
Es experto en montería,
ávido en cortar jamón,
gran oteador,
bueno en puntería,
de Hacienda gran deudor.
Catador de manzanilla,
experto descorchador,
hábil en enseñar casas
de las que no es poseedor
y sementales de raza,
además buen comedor
amigo de sus amigos,
pero si tienen, mejor.

Como buen colonizador
el Atlántico cruzó
buscando a su Dulcinea
y un buen día la encontró.
De Venezuela se trajo
a una joven casadera,
que deslumbró con su porte
de morlaco y su cartera.
Que en España las mujeres
están ya mu resabiás
y en el país de Maduro
es más fácil deslumbrar,
y por mis santos cojones
que me traigo pal cortijo
a una hembra en condiciones
que no quiera trabajar,
me haga padre a los sesenta
y viva pa mí na más.
La tendré como una reina
en mi finca de alquiler
y la llevaré a la tele
pa que salga algo también.

De padre siempre ejerció
lo justito nada más
y ahora en su madurez
le ha dado por padrear
y a donde quiera que va
presume de churumbeles,
cada uno de una hembra
debido a su afición
más que todo a las mujeres,
de quien es adulador,
piropeador, zalamero,
sabiéndoles dar su sitio:
ama de casa y florero.

Hoy presume de familia
estable y tradicional
dando ejemplo como nadie
de buen esposo y padrazo
que alterna con su afición
al vino y los pelotazos.
De joven gran follador,
cantante de discotecas
y ligador de gogós.
De madurito empresario
con una vida discreta
y consumado berreador,
siendo de presentador
la faceta en que la peta.

Del mundo de la política
es ávido opinador,
una inquietud que le viene
de su gran preocupación
porque un día en su país
se produzca una escisión.

Atrás quedaron los tiempos
en que tenía un picadero,
que compartió con su amigo
Juan Imedio, su alter ego,
más que todo en la conquista
y por poseer de mujeres
una interminable lista.
Y en su cortijo no falta
un coso y un tentadero,
que aunque le da miedo el toro,
esto es de ser español
¡y el español es torero!

Y en medio de la cocina
un buen jamón de bellota
que no sea Navidul,
al menos de cinco jotas
-el que anuncio te lo comes tú-

Y cuando sube a su cuarto
en su ropero le espera
su fiel chaleco de flecos
para cruzar la pradera
a lomos de su rocín
cual anuncio de Marlboro 
pero con B de Bertín.






martes, 23 de julio de 2019

PAULA

No tenía ni idea de Álgebra Lineal pero allí estaba, sentada en primera fila en frente de un profesor que movía los labios lo justo como para que no pareciese que era un muñeco. Paula había decidido enfrentarse al tiempo, que en realidad era como enfrentarse a la vida. Un buen día se levantó de la cama y cronómetro en mano, decidió que era una flecha dispuesta a recuperar el tiempo perdido. Así que sin más dilaciones, decidió terminar todo lo que alguna vez había empezado y empezar todo lo que siempre había soñado poder emprender, pero postergaba una y otra vez.

Decidió primero de todo tener fe en sí misma, reto que pasaba por salir de su zona de confort al grito de "¿y yo por qué no?", riéndose de su propia inseguridad y tatuándose cada día un remedio contra la pereza y el abatimiento. Se había propuesto ser una flecha y debía actuar como tal, describiendo en todo momento una línea recta perfecta, imperturbable, tozuda... Y así es como Paula se convirtió en un cañonazo diario de curiosidad, empeño y tesón en todo cuanto hacía y emprendía, ya fuera un deporte, leerse una obra magna, dominar una actividad, aprender un idioma, llevar a cabo un proyecto… Cuando no sabía resolver un problema, buscaba las soluciones, que estaban por todas partes, sólo había que hacer por alcanzarlas. A veces éstas tenían ganas de juguetear y se escondían, pero no había nada que se le resistiese a la imparable flecha que por su aplomo y contundencia, bien podía haber pasado por un elefante.

Paula era de letras puras y se pasó la etapa de Instituto huyendo de las Matemáticas, la Física y la Química. Sin embargo, cursando primero de Filología Hispánica, decidió contra todo pronóstico matricularse en Álgebra Lineal y Geometría Euclídea como asignatura de libre configuración, decisión que la flecha no tipificó como deseo, sino como reto. Pues las flechas necesitan de vez en cuando un revulsivo para ejercer como tales, ya que los desafíos les dan vidilla y estimulan su carácter empecinado y testarudo. Como no pudo convencer a ningún compañero para que la acompañara en su aventura, se encontró sola en su empeño, pero es lo que tiene ser flecha. Como podéis imaginar, no tardó en hacer amigos y terminó sacándose la peliaguda asignatura, lo que supuso una potente inyección de confianza para la flecha, que se sentía más flecha que nunca, llevándola a ponerse retos cada vez más difíciles e inverosímiles.

Paula fue descubriendo que no existen las barreras, los obstáculos ni los impedimentos. Que nadie nace sabiendo, que tu vida es un lienzo en blanco, que en realidad nada ni nadie puede impedirte hacer lo que quieras hacer y ser lo que quieras ser en la vida.

Las flechas tienen la habilidad de convertir el presente en futuro, describen siempre una línea recta, no se amilanan ante las dificultades o situaciones adversas, no miran atrás, no se entretienen ni pierden el tiempo, van cortando el viento y no paran hasta llegar a su objetivo.

Paula terminó tomándole el gustillo a las ciencias y hoy es médico forense, colabora con el CNI y como podéis imaginar, no hay caso que se le resista. La llaman “La Flecha”.


domingo, 14 de julio de 2019

POR QUÉ ESCRIBO...

Escribir es una maldición que salva. 

Clarice Lispector



Escribo porque no tengo dinero para ir a un psicólogo, la timidez me impide hacer muchas cosas y porque soy tremendamente despistada. Escribo para postergar un sinfín de quehaceres que me resultan estériles y mortificantes. Porque me chifla soñar despierta, montarme en los tiovivos, saltar en los castillos flotantes y aún lloro cuando veo E.T. Escribo porque las palabras salen de mis tripas y a veces me gritan desde algún lugar recóndito entre el hipotálamo y el lóbulo frontal izquierdo. Escribo sin saber que escribo y a veces porque simplemente estoy rodeada de gente. Escribo para reconciliarme con mis miedos y acercar posturas con mi enemigo, el que se burla de mis éxitos y me saca la lengua en los espejos. Escribo para llenar mis silencios y aquietar mis ruidos. Escribo porque echo muchísimo de menos mi infancia y a mis padres. Escribo para esa niña que fui y la mujer que seré algún día. Escribo para escupir el veneno y la repulsa que me produce vivir en este mundo adulterado y secretamente, para vengarme de aquellos que me etiquetaron con sus propios complejos. Escribo en la oscuridad de la noche y desde la soledad de mis mañanas, envuelta en olas de fuego y asida a las esquinas de mi libreta alada. Escribo en la tormenta que ruge en las cavernas de mi alma y para afinar los hilos violeta que me mantienen en equilibrio, con una mano en el universo y un pie en lo más profundo de la tierra. Escribo para reivindicar la locura y la anarquía de ser yo misma, que no es poco. 

EL DÍA DESPUÉS

Se despertó de la siesta y se liberó de las garras de su sillón-relax. Una fuerza irracional le condujo hacia la nevera, que no solía fallar...