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viernes, 29 de mayo de 2020

COSAS QUE SE DICEN CON UN GIN TONIC


Mira, Cipriano, ésa que va por ahí. Va enseñándolo todo. Desde aquí le veo hasta el tanga. Mira las nalgas que tiene. Y con las piernas destapás, así van todas. Si es que van provocando. No quiero saber a dónde va, a na bueno, eso te lo aseguro. Luego pasa lo que pasa y la culpa, de nosotros. Mira, ahí viene la culona. Todas las tardes se come su helado, no lo perdona. No le gustan nada los helados, y el novio que es un calzonazos, asoma siempre con el más grande que hay. ¿Has visto la pedazo tarrina que lleva? Así ha apañao ese pandero. Tú arrímale, que como come el mulo caga el caballo. Que no, Cipri. Lo que te iba diciendo, que ya no hay mujeres como las de antes. Hoy en día cualquier cría ha hecho ya de to, mira la niña Juanita mismo, con la edad que tiene y no veas la carrera que lleva, a esa le gusta el turrón, te lo digo yo, con esa ha estado mi vecino las veces que ha querido, no le gusta na un nabo. Que no, que ya no hay mujeres en condiciones, Cipri. Mi madre y la tuya, y para de contar. ¿Cuándo se ha visto que las mujeres hagan lo mismo que los hombres? Que vas a cualquier bar y está lleno mujeres. Los muy calzonazos se llevan a la parienta a lucirla. Y te las ves con su cerveza y su cigarrito. Yo será que soy de otra época, Cipriano. Dime, ¿qué mujer hoy en día se queda en su casa? Ahora están todas por ahí, desperdigás. Si no están en el bar, están en el gimnasio o en la peluquería, no quiero saber lo que se dejan todos los meses en los centros esos de belleza, y luego salen por la noche y a saber lo que harán, sin los maridos. Se está perdiendo todo, Cipri, todo. Ahora te ves a las periquitas conduciendo autobuses y a los tíos calzonazos con los niños en el parque. Antes una mujer se arreglaba sólo los domingos y para ir a la casa del Señor. Las de ahora se pintarrajean hasta para tirar la basura. ¿Y el luto? Una tradición como el luto, totalmente perdía, Cipri. Vamos, que está el difunto aún de cuerpo presente y ya te han metío al suplente. Estos socialistas han arramblado con los valores y con las tradiciones. Y qué me dices de los padres de hoy en día, que le ponen un cuarto al novio de turno pa que forniquen. Pero si no son más que unos mocosos, no llevan dos días saliendo y ya tienen un picaero, así están las niñas, hartas de to. La que menos, se ha cepillado a todo el vecindario. Que no, que ya no hay mujeres como las de antes, Cipriano. Que te lo digo yo. Has visto a la niña Pepita, sale todas las tardes que parece que va al Escándalo -cucha, las del Escándalo se arreglan menos-. No quiero saber lo que se dejará solo en pinturas pa la cara. Un sueldo entero. Quien arramble con ella que vaya preparando la cartera y la cornamenta. Te voy a decir más, Cipri: cuanto más crías, más salías están. ¿Las niñas? Esas son las peores. Que no sabes tú cómo están las niñas. Dan miedo. Así te lo digo, auténtico miedo. 
Y lo de la manada, ¿has oído hablar del caso de la manada? Eso no hay por dónde cogerlo. En la cárcel por acostarse todos con la misma tía. Sí, has oído bien. Ellos, no ella, Cipri. ¡Ellos! Ella anda suelta por ahí, comiendo nabos estará. Es que yo no sé hasta donde vamos a llegar como no paremos esto. Cuatro tíos como cuatro soles, con las hormonas a flor de piel y la minga como un garrote, en la cárcel por acostarse con una tía. ¿Pues te puedes creer que encima no están contentos con la sentencia? Querrán que encima pidan perdón. ¿Tú te puedes creer que esto es normal? Esto pasa porque tenemos el gobierno que tenemos, que no hace más que darle coba a las feministas, sí, has oído bien. Que ¿qué son las feministas, Cipri? Machorras y lesbianas, eso es lo que son, les das la mano y te cogen el brazo, y así nos va. Si ya lo dijo la Biblia: Eva tentó a Adán. Nada, que se le puso de comerse la manzana y hasta que no lo convenció, no paró. Anda que si yo llego a ser Adán, nos íbamos a ver como ahora. A donde hemos llegado, Cipri...
Ya no hay mujeres en condiciones, pero hombres tampoco. Se está perdiendo el macho ibérico, el hombre por derecho, el que se viste por los pies. Ahora lo que se lleva es ser progre. Hacerle la compra a la parienta, hasta se tienen que hacer ellos mismos de comer porque claro, como la periquita está todo el día fuera. Que nos están tomando terreno, Cipri, nos están quitando todos nuestros derechos. Que mi madre le planchaba a mi padre hasta los calzoncillos, fregaba de rodillas y ponía unos pucheros que se te caían unos lagrimones como puños. Y ahora, con tal de no ponerse el delantal, se piden cualquier cosa por teléfono. Como el puchi o el chuchi ese de los chinos, ya ves tú los chinos. Pues así está todo. ¿Y en la tele? Putas y maricones na más. Hablando de tele, ¿tú sabes quién es mi ídolo? ¿Tú quieres ver a un tío hecho y derecho, Cipri? El Bertín Osborne, ese sí que es un tío. Yo te digo que quitando a mi madre y a la tuya, ese se ha beneficiado a todas las mujeres de España. A las más guapas y a las más feas también. ¡Ahí, como buen machote, coño! Si se le ponen a huevo, qué va a hacer, ¿decir que no? ¿Y a qué mujer no le gusta un gachó de casi dos metros con pasta? Más de una periquita habrá hecho lo imposible por trincarlo. Y hasta que él no ha querido, no ha sentado la cabeza. Y ahí lo tienes con más de sesenta años viviendo una segunda juventud con una que podría ser su hija. ¡Ole sus huevos! Y no te creas que es española, éste ha sabido buscársela, éste no es tonto. Es del país ese donde no hay papel higiénico. Se ve que allí las mujeres no están tan resabiás como aquí, que la más tonta se busca un trabajo fuera de su casa para estar todo el día de pingoneo. ¿La de Bertín, dónde te crees que está? En su casa, ahí, resguardaíta, como tiene que ser, criándole los niños. Y muy guapetona que es, por cierto. Yo te digo que ésta es agradecía y no le sale rana, porque sabe la suerte que ha tenido, dar con un señor como Bertín, un soltero de oro de los pocos que quedan... Cucha, Cipri. ¿Qué te pasa? Contéstame, coño. ¡Cipriiiiiii!!!!

sábado, 23 de mayo de 2020

CAMBIO DE HÉROES

Lo que hay justo antes del batacazo…


No eres un héroe. Estrenar traje cada día no te dignifica, no te hace mejor persona, no te convierte en honrado, honorable o decente. Cualquiera puede llevar una americana cara y un buen par de gemelos. Eso es lo de menos, en el fondo sabes que no es lo que importa. Bienvenido a la feria de las vanidades. Hasta ahora te ha ido bien, te ha servido, has conseguido proyectar una imagen impecable, limpia. Enhorabuena. El éxito es un todo incluido, saborea tu copa de bienvenida, disfruta de tu estancia, haz uso y disfrute de las instalaciones. Hay room service de adulaciones y barra libre de injurias y calumnias. No te cortes, señorea, enseña tus blasones, haz ostentación de tus insignias, restriégales tus títulos y ondea tu bandera. Aprovecha tu privilegiada posición para ampliar tu círculo de amistades influyentes. Utiliza tu poder para eludir responsabilidades y de paso, apropiarte de todo lo que esté a tu alcance -cualquiera en tu lugar haría lo mismo-, usa tu tribuna, tu púlpito, tu podio para barrenarle el camino a tu contrincante. Vamos!!! Ve a por todas, pide su cabeza -pide y se os dará, dice la Biblia-. Roma no se hizo en un día, o quizá sí. Azuza a las masas, el miedo las aturde, deslúmbralas con tu porte, tu intrepidez, tu poderío -coño, que se note donde hay-, sonríeles con tu cara de niño bueno -Rodrigo Díaz de Vivar no era más que un mocoso-. Las madres y las abuelas te querrán para sus hijas y sus nietas, y los señores de los bancos se darán empellones por estrechar tu mano. Vamos, saborea bien tu copa, porque el último sorbo dicen que es el más dulce.

sábado, 16 de mayo de 2020

LA LISTA DE LA COMPRA


Rechazó el ofrecimiento mediante un gesto. Llevaba el dinero más que justo y llevarse una caja de panqueques, por muy en oferta que estuviese, no formaba parte del presupuesto, ni falta que hacía.
-¿Y una velita aromática para el baño, doña Begoña?
No, gracias. Tengo suficientes.
Respondió, apurada, al tiempo que metía los productos pasados por el código de barras en una desgastada bolsa de reciclaje.
No les da nada por el cuerpo insistirle a una tanto... Si yo tuviera que comprar todo lo que me ofrecen, tendría que vender mi casa.

Fue abrir la puerta de su vivienda y verse rodeada por un buen puñado de gatos, éstos la sopesaron con su mirada felina, al tiempo que ondeaban el rabo con sigilo.
Ya está aquí mami con vuestra comida. Misi, misi, misi…
Dijo Begoña triunfante y enarbolando la bolsa de la compra con una mano. 
No había cerrado la puerta, cuando suena el teléfono. Fue ver el número y cambiársele la cara.
Hola, tita Bego.
¡Hola, lo más bonito de este mundo!
Me ha dicho mamá que este mes no voy a poder irme a tu casa. ¿Es verdad?
Bueno, bueno. Me temo que sí. Es que no voy a estar, me voy un tiempo a casa de una amiga. Pero en nada estaré de vuelta y voy a ir a por ti. Te vas a quedar conmigo una semana entera.

Cuando colgó el teléfono, las lágrimas habían anegado su rostro. Después, abrió la nevera. Ésta se hallaba vacía. Si me administro como hasta ahora, con esto tendré para toda la semana. Pensaba mientras colocaba con mimo las latas de conserva y los productos frescos de primera necesidad en las diferentes baldas. 

A continuación, llenó varias fiambreras de plástico con agua del grifo y las metió una a una en el congelador.

Si sus cálculos eran correctos, en dos días le cortarían la luz. 

miércoles, 6 de mayo de 2020

DOBLE CONFINAMIENTO

La sensibilidad química múltiple (SQM) o intolerancia ambiental idiopática es una hipersensibilidad ante bajas dosis de químicos en el medio ambiente y es un síndrome reciente que va en aumento

Hace un par de semanas que me encuentro mejor. Hoy no me duele la cabeza y tampoco tengo náuseas. Si sigo así, voy a acabar por quitarme la mascarilla, al menos dentro de la casa. Hace meses que no salgo a la calle y la última vez fue con una máscara con filtro de carbón activado y cubierta de arriba a bajo con un burka de algodón y plata. Hace meses que no viene a visitarme mi familia, que no pongo una lavadora ni enciendo el móvil. No cabe duda de que el aire está más limpio y los cantos de los pájaros han sustituido al ruido de los coches. Si saliese a la calle, pasaría desapercibida. Ahora todos llevan mascarilla y guantes de látex. Algunos hasta se las fabrican (que imaginación tiene la gente cuando quiere). Se han dado cuenta de que son vulnerables. Ya no me encuentro tan sola.

Dicen que las calles están completamente vacías, que todos los comercios están cerrados y que la gente se haya recluida en sus casas. Dicen que los padres y las madres están haciendo bizcochos como locos, que hacen los deberes con sus hijos y juegan a todo tipo de juegos. Dicen que los animales salvajes han tomado carreteras y ciudades, que hay delfines en nuestras costas y que las aguas de Venecia están cristalinas. 

Todos los días a las ocho nos asomamos a las ventanas para aplaudir a los sanitarios que trabajan a destajo salvando vidas en los hospitales. Dicen que ha muerto mucha gente por culpa del virus, que siguen muriendo y que en cuanto baje la curva se empezará a pensar en la desescalada. Pero cuando todo esto termine, ¿volveré a ser la rara? Solo sé que desde que empezó el confinamiento me encuentro mejor. Pero esto es algo que la mayoría de la gente aún no sabe y que habrá que explicar a los dirigentes y a los grandes organismos internacionales, que no hacen más que hablar de crisis económica. 

¿Cuánto durará el canto de los pájaros, el aire limpio, las aguas cristalinas? ¿Me dará tiempo a vivir como el animal que soy, me dará tiempo a abrazar a mi familia, podré algún día quedar con mis amigos y salir a la calle sin que mi cuerpo se vea asaltado por un suplicio interminable? 

Quién sabe si estamos ya en el camino, en la antesala de un nuevo despertar en el que seamos capaces de vislumbrar y concebir formas de vida más respetuosas y sostenibles para el planeta. Quizá esta pandemia sea sólo el comienzo de un mundo más humano y mejor para todos.

EL DÍA DESPUÉS

Se despertó de la siesta y se liberó de las garras de su sillón-relax. Una fuerza irracional le condujo hacia la nevera, que no solía fallar...