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lunes, 29 de julio de 2019

CON "B" DE BERTÍN

Que no se pierda la estirpe
del buen verraco español,
hay tan pocos que han entrado
en peligro de extinción.
Es experto en montería,
ávido en cortar jamón,
gran oteador,
bueno en puntería,
de Hacienda gran deudor.
Catador de manzanilla,
experto descorchador,
hábil en enseñar casas
de las que no es poseedor
y sementales de raza,
además buen comedor
amigo de sus amigos,
pero si tienen, mejor.

Como buen colonizador
el Atlántico cruzó
buscando a su Dulcinea
y un buen día la encontró.
De Venezuela se trajo
a una joven casadera,
que deslumbró con su porte
de morlaco y su cartera.
Que en España las mujeres
están ya mu resabiás
y en el país de Maduro
es más fácil deslumbrar,
y por mis santos cojones
que me traigo pal cortijo
a una hembra en condiciones
que no quiera trabajar,
me haga padre a los sesenta
y viva pa mí na más.
La tendré como una reina
en mi finca de alquiler
y la llevaré a la tele
pa que salga algo también.

De padre siempre ejerció
lo justito nada más
y ahora en su madurez
le ha dado por padrear
y a donde quiera que va
presume de churumbeles,
cada uno de una hembra
debido a su afición
más que todo a las mujeres,
de quien es adulador,
piropeador, zalamero,
sabiéndoles dar su sitio:
ama de casa y florero.

Hoy presume de familia
estable y tradicional
dando ejemplo como nadie
de buen esposo y padrazo
que alterna con su afición
al vino y los pelotazos.
De joven gran follador,
cantante de discotecas
y ligador de gogós.
De madurito empresario
con una vida discreta
y consumado berreador,
siendo de presentador
la faceta en que la peta.

Del mundo de la política
es ávido opinador,
una inquietud que le viene
de su gran preocupación
porque un día en su país
se produzca una escisión.

Atrás quedaron los tiempos
en que tenía un picadero,
que compartió con su amigo
Juan Imedio, su alter ego,
más que todo en la conquista
y por poseer de mujeres
una interminable lista.
Y en su cortijo no falta
un coso y un tentadero,
que aunque le da miedo el toro,
esto es de ser español
¡y el español es torero!

Y en medio de la cocina
un buen jamón de bellota
que no sea Navidul,
al menos de cinco jotas
-el que anuncio te lo comes tú-

Y cuando sube a su cuarto
en su ropero le espera
su fiel chaleco de flecos
para cruzar la pradera
a lomos de su rocín
cual anuncio de Marlboro 
pero con B de Bertín.






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