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jueves, 28 de febrero de 2019

SONETOS DE PRECAMPAÑA

GOLPE DE EFECTO

Encender la tele es suficiente
para probar la lava envenenada
y ver el clan que reza en la bancada
clamar al postulante a dirigente.

Una gruta infernal, un lar de dientes
mastican la mentira abigarrada
con un fulgor ladino en la mirada
y un dedo pinchabobo y prominente.

Este gesto pueril es suficiente
para atizar la crónica impostada
y que un medio sesudo lo comente.

Con esa foto clave, acartonada
y un titular que rece en su portada
“España tiene nuevo Presidente”.



LA RECETA MÁGICA

El bucle de una imagen noticiada
nos brinda la impoluta silueta
asida a una gramática escueta
artera, elemental y enfatizada.

Un gavilán de barba despoblada
se erige capitán de la etiqueta
henchido de corbata y de carpeta
privado de la gracia precisada.

Con la serenidad que da la treta
y lo que por diablo la dentada
extrae de su puño la receta.

Blandiendo como una bayoneta
la síndone con odio mancillada
de rojo y amarillo e incompleta.



EL TRAJE

Un joven parlanchín, masterizado
se ríe de nosotros y se presina
colgando la bandera en su vitrina
pletórico de hombría y afectado.

Ufano, bravucón y acacheteado
predica en el estrado su doctrina
de escisión y burda moralina
ungido por la sepia del pasado.

El hábito de guerra almidonado
adorna la oquedad de su discurso
cual figurín de cera trasnochado.

El blanco cegador como recurso
bandera en ristre y traje inmaculado
¿quién dijo robo, estafa, fraude o hurto?


viernes, 22 de febrero de 2019

EL CLUB DE LAS ADORAHOMBRES

Pasen y vean...

Carmen Gaona, arquetipo de mujer adorahombres, ejerció sobre Chiquetete su manto protector llegando incluso a negar los malos tratos de éste hacia su exmujer, a pesar de existir una sentencia firme

No cabe duda de que el machismo nos ha llevado, entre otras cosas, a normalizar conductas violentas y de control del hombre sobre la mujer. Sin embargo, no cabe duda de que se respira una nueva sensibilidad y el feminismo está haciendo que las nuevas generaciones tomen conciencia. Incluso ya vemos el cine y la televisión con otros ojos, al menos, una parte de la sociedad. Pero como el machismo es un fenómeno endémico, transversal y cultural, fuertemente arraigado, el cambio y los avances se ven lastrados, no sólo por las fake news y la desinformación, sino también por la 'misoginia interiorizada' de hombres y mujeres que ven amenazado el estatus privilegiado que el patriarcado ha otorgado tradicionalmente al varón. Entre estas listas se encuentran las temidas Adorahombres. Ojo, porque, aunque no se han realizado estudios estadísticos al respecto, podrían constituir un porcentaje preocupantemente elevado. Éstas no tienen una edad específica, ni pertenecen a una clase social determinada. Tampoco son de un partido político concreto. Adorahombres podría ser tu tía, tu hermana, tu compañera de trabajo, la presentadora que va de abanderada de los derechos de la mujer o incluso tú misma. El machismo imperante las hace pasar desapercibidas y su ignorancia las hace terriblemente osadas y tremendamente injustas y crueles con las demás mujeres. 

Lo que hacen no es más que perpetuar un patrón de guerra tan antiguo como el patriarcado, en el que el varón, cazador ancestral e intrépido guerrero de nuestra era, es considerado un tótem valioso al que hay que rendir  reverencia, mimar y agasajar (yo observo mientras tú te comes la tortilla francesa), porque es él quien, en tiempos de guerra, tendrá que jugarse la vida para protegernos a nosotras. Este patrón de 'supervivencia inconsciente' es erróneo y además, está desfasado. Pues, si bien hoy en día la mujer ya forma parte del ejército, desempeñando los mismos puestos de trabajo que tradicionalmente han ocupado los hombres y "trae el pan a casa"; hay que decir que su tradicional rol de "ama de casa", que incluye la crianza y cuidados de la descendencia, no es menos importante que el del hombre. Pues los menesteres domésticos, además de ser multidisciplinares, están directamente relacionados con la supervivencia, requieren coraje, resistencia y una prodigiosa intuición. Mientras que el rol de salir a cazar o a matar al prójimo, ya no es objeto de admiración, por mucho que el cine y la literatura insistan en ello a través del género épico. 

Son ellas, las Adorahombres, las guardianas, las sacerdotisas, las encargadas de mantener vivo el fuego patriarcal, y para ello no dudan en actuar como auténticas tacañonas. Su vara de medir es tan injusta como su miedo a que el varón pierda sus privilegios. Para ellas los hombres son dioses y las mujeres no aspiramos más que a engatusarlos con nuestras malas artes y consabidas "armas de mujer". Deprimente. La termodinámica también la entienden a su manera: la desconsideración que las Adorahombres sienten hacia cualquier mujer es inversamente proporcional a la veneración que sienten hacia cualquier hombre. 

Son las que difunden falacias tan manidas como que los hombres son nobles por naturaleza y las mujeres unas brujas retorcidas. Son las primeras en ver cosas donde no las hay y en negar lo evidente. Si ven una pareja cogida de la mano, ellas ven enseguida que él está más por ella que ella por él y que es la mujer quien maquiavélicamente lo tiene a su merced. Cuando ven a un tío rodeado de chicas, enseguida piensan que éste es un pobre corderillo y que, por supuesto, ellas estarían dispuestas a protagonizar una auténtica pelea de gatas con tal de cazarlo. Lo hilvanan con comentarios tan comunes como: él es muy buen niño, él es muy noble, ella sabe mucho, etc. Y es que, para una adorahombres, nunca habrá una mujer lo suficientemente buena para un hombre; ya que, por el mismo hecho de ser mujer, estará siempre bajo la sombra de la sospecha y marcada por el desdoro, el descrédito y el desprestigio. En el otro extremo se encuentra el guerrero, el eterno niño, paradigma de inocencia, un lienzo impoluto, un querubín  incapaz de ensuciarse, por mucho que éste se enfangue y el lodo le salga por las orejas. Parece que las estoy escuchando: el pobre, lo tiene machacaíto, acribillaíto, linguneao, vapuleao… Mientras que el susodicho vive a cuerpo de rey y cuenta además con el amor incondicional y el mimo desmedido de madre, amigas, hermanas, vecinas y una desconocida que pasaba por allí.

Toda adorahombres lleva a la vida real los guiones de las más truculentas telenovelas y no ven otra cosa que "mosquitas muertas", "lagartas" y "arpías" por todas partes. Es como si se hubiesen tragado a Betty la Fea y se hubiesen convertido ellas mismas en la madrastra de Cenicienta. 

Este sucinto ranking de 'falacias adorahombrísticas' te puede ayudar a detectarlas:

1. Seguro que le ha comido la cabeza
Esta frase tan habitual descarga al hombre de culpa alguna, atribuyéndola a la mujer. La utilizan para justificar conductas intolerables, no apropiadas o vergonzosas por parte del varón. Alerta spoilers: las víctimas perfectas de esta falacia son las nueras y las cuñadas. 

2. Está deseando trincarlo
No os creáis que es exclusiva de los casos en los que él está forrao y ella es una cazafortunas. Para las adorahombres, un tío mala sombra, balaperdía, sin oficio ni beneficio y con deudas como para parar un tren, sigue siendo un hombre y por tanto, objeto de codicia para cualquier mujer. Faltaba más!!!

3. El niño es muy bruto y la niña sabe más que siete
Las adorahombres saben que falacias como ésta siempre quedan bien y que nadie les llevará la contraria. Esto la hace aún más dañina. Siembra etiquetas sexistas y limitantes y cosecharás una sociedad desigual.

4. Algo habrá hecho
Pertenece al repertorio adorahombres y es el santo y seña de la REVICTIMIZACIÓN. Si la mujer es víctima es porque se lo ha buscado. Faltaba más!!!

5. Es una manipuladora
Se creen las adorahombres que todas somos de su condición. La manipulación no es cosa de hombres, éstos lo único que manipulan son ordenadores, maquinaria o su propio coche. Tras un asesinato machista no hay manipulación, previa. No, que va!!!

6. Todos los hombres no son malos
No hay mujer adorahombres que no la utilice como arma contra el feminismo. Tras esta frase no hay más que desconocimiento puro y duro. Porque si realmente supieran lo que hay, que la desigualdad es real, que no se trata de buenos y malos, sino de que todos y todas, con nuestra conducta machista, somos verdugos en potencia. Que hay una cifra desproporcional de  mujeres asesinadas por el mero hecho de serlos (que es tan sólo la punta del iceberg), y que el feminismo es un concepto integral, llamado a paliar un desequilibrio social que limita también al hombre. 

En fin, que si las adorahombres realmente supiesen que el feminismo es bueno para todos y todas, no dirían falacias como éstas y no cabe duda de que la estructura patriarcal, con la ayuda de estas mujeres, se desmoronaría, dando paso a una sociedad más justa en la que los feminicidios no tendrían cabida.



miércoles, 13 de febrero de 2019

ROMÁNTICOS DE TODO A CIEN

Se acerca SAN VALENTÍN y ya se ha puesto en marcha la gran plataforma de marketing que cada año se encarga de recordárnoslo: escaparates, televisión, radio... Cualquier medio y cualquier excusa es buena para hacer el agosto y hacer que gire la ruleta del consumo, hecho que a mí personalmente no me parece nada reprochable, ya que es un trueque en el que salimos ganando todos y en el que verdaderamente nadie está obligado a participar.

Pero lo que me ha empujado a hacer esta reflexión no es el factor consumista y comercial que pueda tener o no la celebración de este día, sino la impresión que me produjo el anuncio publicitario de una conocida cadena de supermercados. El spot, amparado en el ROMANTICISMO, ofertaba una serie de productos que, en su combinación, te garantizaban una inolvidable y romántica velada de San Valentín y a precio más que económico. El aquelarre incluía: rosa plastificada, vino espumoso, tarta en forma de corazón y como remate final, un conjunto lencero (por no hablar del guante masajeador con bolas de rotación de 360 grados que se ofertaba a continuación). Yo, que hasta el momento me consideraba una persona romántica, no miento si os digo que experimenté una extraña desazón mezclada con vergüenza ajena y auténtico bochorno!!! Y me pregunté: ¿Será éste el concepto que mucha gente tiene del romanticismo? Porque todos sabemos que no hace falta que sea San Valentín para marcarse una "cenita romántica a la luz de las velas", rociar la cama con pétalos de rosa, ver juntos "Cincuenta sombras de Grey" o agasajar a tu pareja con rosas rojas, bombones y un mimoso peluche en el que ponga "te quiero, gordi". ¿Y qué me decís del tremebundo binomio de las fresas con nata? Un clásico que no pasa de moda y que consiste en embadurnar a tu pareja con nata en spray y en fin... que dios nos pille confesaos (de la versión Nutella prefiero no hablar). Y digo yo, ¿qué tendrá que ver ponerse púo de comer con el amor? 

¿Será verdad que el Romanticismo ha degenerado en una parafernalia burlesca que nos invita e incita a placeres vulgares y a una existencia cómoda y mediocre? Rosas plastificadas, orquídeas al vacío, cojines en forma de corazón con brazos, grotescos peluches con globos, empalagosas tartas, pastelillos y moldes para magdalenas en forma de corazón, velas aromáticas, juegos de taza tú y yo... ¿Romanticismo o superchería? ¿Será verdad que la sociedad de consumo ha hecho de lo romántico una fábrica de fetiches, un esperpento, una bacanal, un repertorio de placeres desordenados que lejos de ennoblecernos y elevarnos, nos aturden y embrutecen?

Tan sólo tienes que desconectarte de la máquina y recitar "las oscuras golondrinas" de Bécquer o "Annabel Lee" de Edgar Allan Poe para comprobar que el romanticismo y el amor son dos caras de una misma moneda y que nada tienen que ver con los placeres mundanos ni con que te regalen flores, ni con un paseo a la orilla del mar, ni con una cena a la luz de las velas... Más bien es lo que sientes cuando sabes que nunca podrás tener a la persona que amas, cuando un simple roce de sus manos te deja sin aliento y escondes las tuyas para que nadie vea que estás temblando, cuando sostener su mirada se convierte en una afán imposible y su ausencia es tan dolorosa como su presencia, cuando decides que la vida sin esa persona no tiene sentido y su sufrimiento se convierte en el tuyo propio, cuando estarías dispuesto a sacrificar tu vida por la suya, cuando estás dispuesto a morir...

En fin... ¡Feliz San Valentín!

domingo, 10 de febrero de 2019

MANIFIESTO ANTIBANDERA

Por una oposición en condiciones.


Si de verdad quieres a tu país, no sabotees todo cuanto hace el Gobierno en poderes. En vez de eso, colabora, aporta, contribuye… Si sabes que con esto de las coaliciones lo tiene complicado para aprobar medidas ya que tiene que contentar y satisfacer a un buen puñado de partidos distintos, no le pongas encima el palo en la rueda para hacérselo aún más difícil. No obstaculices, no enredes, no inventes, no le des la vuelta a todo en tu beneficio y sobre todo, no eches a pelear a tu pueblo. Si de verdad quieres a tu país, piensa en el bien común y no en el tuyo propio, condena firmemente a la gente de tu partido que sabes está envuelta en casos de corrupción. Si de verdad quieres a tu país, olvídate de la ‘unidad de España’ y céntrate en las altas cifras de paro, en los pensionistas, en solucionar el problema de los taxistas con los VTC, en la crisis migratoria y la tragedia del Estrecho y el Mediterráneo… Si de verdad quieres a tu país, apoya a los catalanes y sé respetuoso y paciente con los independentistas, no son el enemigo a batir, sino españoles igual que tú y que yo. Pero sobre todo, si de verdad quieres a tu país, apoya a las mujeres y en vez de promover la natalidad desmedida o la abolición de derechos básicos como el aborto, dedícate día y noche a pensar en soluciones y medidas que puedan bajar esa monstruosa cifra de mujeres asesinadas a manos de sus parejas cada año o de acabar con la sempiterna brecha salarial. Si somos un país plural, estad a la altura de ello y utilizad esa oratoria sagaz que os caracteriza para intermediar, dialogar, terciar… En definitiva, ¡coordinaos, panda de ineptos! Estáis ahí para eso, no os hemos votado para otra cosa.

miércoles, 6 de febrero de 2019

MUSIC BOX

Sofía tenía claro que la tristeza tenía forma de bailarina. Menuda y con la cintura arqueada, se quebraba al girar sobre sí misma envuelta en un bosque de espejos biselados que devolvían una y otra vez la imagen decadente de su rostro y la trágica curva de su cuerpo. Su melodía campanil le paralizaba el corazón y los silencios intermitentes parecían traspasar el umbral de lo terrenal, desafiando la gravedad y el tiempo. Sabía describir la órbita que dejan las estrellas fugaces en el cielo y en su mirada dormían la templanza de mil desiertos y el rugido de cien leones. Sofía siempre supo que su vida sería como la de la bailarina que vivía en la cajita de música. Que debía aprender a bailar sin salirse nunca del círculo, a contener los suspiros, a clavar sus pupilas en el infinito y a silenciar sus lágrimas. Al fin y al cabo era una privilegiada, una perla entre un millón adiestrada, miniaturizada y maniatada a un palacio de espejos infinitos... Ese día Sofía no dio cuerda a su cajita. Se saltó el instituto y no fue a clase de equitación, tampoco acudió al Conservatorio ni por la tarde a la parroquia a preparar su Confirmación. Eran más de las doce y su madre ya estaba a punto de llamar a la policía, cuando apareció por la puerta. Ésta le preguntó alarmada que dónde había estado y al tomar el rostro de su hija entre las manos, vio que llevaba un puntiagudo piercing de acero en la nariz.

viernes, 1 de febrero de 2019

LOS REPTILES DEL PODER

Dedico esta entrada a la periodista y poeta malagueña Laura Santiago Díaz porque sé que le encantará el símil y el verso final.
Sobre estas líneas un alma sensible, Miguel Hernández, el gran poeta universal de la libertad y la justicia, cabrero de profesión.

El español es como el buen toro de Lidia que tras ser banderilleado, capoteado y humillado, espera dócil la estocada certera... 


Deberían retirarse los cobardes, los que han hecho algo de lo que avergonzarse, los que han robado y les han pillado con las manos en el botín. Los necios de corazón y de espíritu, los que han calumniado y mentido hasta olvidarse del verdadero fin de la política. Los que medraron con el más absoluto de los descaros y se creyeron intocables, tocados por gracia divina, la abundancia, los privilegios y la adulación desmedida de un pueblo que aún no es capaz de reconocerse en el espejo, que se arrodilla aún en los altares haciendo como que reza, se presigna y dice "amén" por si acaso. Un pueblo supersticioso, desconfiado, con un exacerbado sentido del ridículo. Una prole de bribones que miran por encima del hombro a su propio hermano porque no ha conseguido lo que tienen ellos. Apoyos, favores, confidencialidad y esa llamada en el momento oportuno, un sobre por debajo de la mesa y una estratégica jornada de caza mayor, que jalonará sus coartadas a base de lamerle el culo a ese alto cargo, que supo ver en él un digno mercenario del sistema. Un sistema que se cuadra ante el olor a dinero, la bandera y una buena faena en Las Ventas, mientras resuenan los compases de "El novio de la muerte". Haciendo gala de una pasmosa insolidaridad que proclaman de manera grotesca con una mano en la Biblia y la otra en el volante del Jaguar. Un obstinado rechazo y blindaje ante los que más lo necesitan, aquellos que sólo buscan desesperadamente un refugio, un hogar para sus hijos, el crepitar de un fuego amigo, el calor humano y universal.

Deberían retirarse los cazadores de másteres y fulgurantes carreras universitarias para expiar de una vez sus interminables listas de corrupción y de estupideces, defendidos torpemente por toda suerte de tipejos de discurso falaz y lengua ligera, acólitos que venderían a su madre por seguir sosteniéndole la silla a las comadrejas del poder, infelices comprados con tarjetas ilícitas, viajes, cajas de vino, bolsos de Carolina Herrera... Almas arponeadas por la usura y una avaricia endémica, haciendo la vista gorda ante las recalificaciones urbanísticas y las irregularidades de la Corona, al tiempo que hinchan presupuestos y auspician proyectos megalómanos con el dinero que ya no queda.


Deberían retirarse por justicia social, por vergüenza y por el bochorno y la indignación que nos han hecho sentir a todos el saber que hemos sido saqueados al tiempo que recortaban nuestras condiciones de vida y nuestros derechos.


Deberían retirarse éstos y no otros, porque ¡¡¡estamos utilizando incorrectamente la vara de medir y NOS ESTAMOS QUEDANDO CON LO PEORCITO!!! Es la ley de "aguanta y vencerás" de una clase política envilecida, cínica y artera que lejos de desgastarse, es capaz de aguantar carros y carretas, pactar con el diablo, camaleonizarse, decir donde dije digo digo Diego y en definitiva, hacer cualquier cosa con tal de estar en el poder, porque saben que es la única manera de detentarlo. Saben que los otros son más "débiles" y que tarde o temprano terminarán tirando la toalla, hastiados de tanta infamia, quemados y decepcionados de tanta injusticia. EL MUNDO DE LA POLÍTICA NO ESTÁ HECHO PARA LAS ALMAS SENSIBLES, reflexivas y compasivas, de ahí que escaseen y los pocos que llegan no consigan significativos resultados (mirad el ejemplo de Alberto Garzón, a todos nos gusta, ¿pero quién le vota?). A los reptilianos en cambio, se les da muy bien el medio porque les da igual todo y todos, están vacíos, no tienen alma ni inquietudes más allá del poder, la posición, el dinero... Ni sienten ni padecen (salvo por ellos mismos, claro). Son individuos estériles sin oficio ni beneficio adiestrados en el arte de la oratoria falaz, astuta, engañosa, en medrar, codearse, encandilar y embaucar al ciudadano de a pie, a ese que vive en 'modo hámster', ese que saben siempre acudirá a las urnas porque está debidamente programado como buen esclavo del sistema.

Deberían retirarse los reptiles de la falacia, los malabaristas de humo, los prestidigitadores del miedo, un miedo que nada tiene de ancestral, un miedo infundado, falaz, hábilmente creado para azuzar a las masas aturdidas, esas que sólo levantan la cabeza con un par de banderillas. Ahí las ven venir y reaccionan cual encabronado morlaco, respondiendo dóciles al quite del capote y la muleta. Verónicas, chicuelinas y de vez en cuando una portagayola... Y he aquí que se me vienen una y otra vez la fuerza expresiva de los premonitorios versos de uno de los poemas más emblemáticos de Miguel Hernández: "...como el toro burlado, como el toro".

EL DÍA DESPUÉS

Se despertó de la siesta y se liberó de las garras de su sillón-relax. Una fuerza irracional le condujo hacia la nevera, que no solía fallar...