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lunes, 30 de marzo de 2020

KEEP CALM
AND
STAY
ONE


Me siento orgullosa de vivir en un país que ha decidido confinarse, con las consecuencias económicas que esto supone, para salvar a los más débiles. Si echamos un vistazo al panorama internacional, nos daremos cuenta de que no todos los países y dignatarios han estado ni están a la altura. 

Damos por sentado muchas cosas, pero SACRIFICARNOS POR EL BIEN COMÚN ES ALGO QUE DEBERÍAMOS VALORAR POSITIVAMENTE. Irnos al paro, pasarnos semanas encerrados en casa, cumplir con los estrictos protocolos de higiene y salir puntualmente a nuestros balcones a aplaudir a las ocho de la tarde, me parece de las cosas más hermosas que me ha tocado vivir, lo que me hace seguir teniendo fe en el ser humano.

Esta pandemia ha venido a poner en jaque al INDIVIDUALISMO, a las DESIGUALDADES galopantes, al paraje tóxico y delirante en el que se ha convertido nuestro planeta. Un ambiente enrarecido que se ha visto reflejado en la proliferación y el auge de partidos de ultraderecha en naciones de tradición democrática como España (Vox), EEUU (Trump) o Reino Unido (Johnson), entre otros. Esta pandemia, como todas las crisis, ha venido a zarandearnos, a sacudirnos el ego, a hacer que nos ayudemos los unos a los otros, a que tengamos que tomar decisiones pensando en los demás. También es un jaque a la PREPOTENCIA que exhiben muchos países respecto de otros (el norte con el sur, occidente con oriente…), y de paso darle un respiro al medioambiente, ya que de otra manera jamás se habría producido.

Por primera vez la economía está pasando a un segundo plano y eso no es moco de pavo. Tenemos que procurar entre todos que así sea, que ya que vamos a reconstruir nuestro sistema económico, lo hagamos con el espíritu de unión, gratitud y cooperación que nos empuja a aplaudir en los balcones.

Todos vamos a aprender, todos vamos a crecer, a evolucionar. Mantengamos la calma, abramos la mente, saquemos punta a nuestro ingenio, seamos proactivos, creativos, empáticos, solidarios. Ahora es el momento, este es el camino. Exijamos a nuestros gobiernos políticas más justas e inclusivas, que pasen por responsabilizarnos de quienes viven y padecen fuera de nuestras fronteras. Levantémonos cada día preguntándonos qué podemos hacer para mejorar las vidas de quienes nos rodean, mejorar nuestro entorno, aportar nuestro granito de arena. 


3 comentarios:

  1. Vamos a por ello!! Lo conseguimos seguro!! Muy bien escrito. Mis gusta. Un beso. Cuídate!!

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  2. Ya te digo.
    Muchos granos de arena.
    La solidaridad individual y colectiva.

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  3. Así es, Susana, estoy totalmente de acuerdo contigo. Ha llegado el momento de salir de la caverna.

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