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viernes, 8 de noviembre de 2019

EL GAÑANISMO

Pasen y vean…

Sergio Ramos reencarna como nadie el 'gañanismo en 4K'
Si hay un movimiento que traspasa lo underground, un estilo depurado, castizo y al mismo tiempo genuinamente español que está traspasando fronteras, este es el GAÑANISMO. Su santo y seña es lo rancio, que defienden y elevan a la categoría de arte, cultura y tradición. Acérrimos del folklore de provincia, pululan por romerías con una rama de brea en la boca, acuden a las corridas de toros con un pañuelo al cuello, les gustan los caballos (afición para la que crearon el término ‘caballista’) y son ardorosos defensores de la patria, que reivindican luciendo la bandera de su país a modo de complemento, siendo ya parte de su atuendo. 

Éstos no llevan capa, llevan boina. El gañán es costumbrista por naturaleza. Para él las medias tintas no existen, como tampoco las bibliotecas. El gañán es ávido opinador y a menudo cuentan con ellos para animar tertulias y debates, ya que dan mucho juego, un toque pintoresco y siempre meten la pata, pues su ignorancia los hace ser osados en exceso. Vehementes, categóricos y parciales, algunos poseen una locuacidad sorprendente, construida a base de frases hechas y manidas, perogrulladas y dichos populares. Su discurso es fundamentalista, llano, directo y de una simplicidad pasmosa, lo que les hace conectar enseguida con el vulgo afín, es decir, con los que son como ellos. A la hora de abordar cualquier asunto, la estrechez de miras es el patrón con el que miden todo, llegando a un tope, en el que su mente se cierra en banda, que es cuando las ideas de su interlocutor no encajan con sus parámetros. 

El gañán es un nostálgico de las costumbres ligadas a la tierra y para ellos cualquier tiempo pasado fue mejor. Mejorando lo presente, claro, pues saben fusionar como nadie los adelantos de la vida moderna con lo tradicional. Vamos, que lo mismo los ves manejando un móvil de última generación o una tablet, que manipulando un tractor o una chapulina. Como auténticos ‘Amish’ de la solera y guardianes de la ‘España cañí’, lo mismo te llenan la casa de jamones, que te montan un tentadero o te sueltan una vaquilla para que la torees. En las bodas suelen dar el cante –y nunca mejor dicho-, pues son los más osados en el vestir: chisteras decimonónicas, extravagantes chaquets, atrevidas corbatas, llamativos zapatos… eso sí, siempre con un toque de tradición. Abominable… Cuando están achispados, se envalentonan y son capaces de echarse un cante o un buen berreo, aunque éstos no hayan sido agraciados con el don de la voz. Suelen rodearse de aduladores y afines, que corean todo cuando dicen y hacen, con lo que se retroalimentan y se envalentonan aún más, llegando a protagonizar desafortunados comentarios en todo tipo de foros, como Twitter, Youtube, radio, televisión o el bar de la esquina.

La tendencia política más afín a este colectivo es la derecha, siendo VOX el partido que más ha sabido compendiar, captar y entender la ‘nostalgia gañana’ de una España en blanco y negro, devota, monárquica, patriarcal y tradicionalista, eso sí, en 4K.

1 comentario:

  1. Me encanta como sabes retratar a la perfección al gañán ibérico tan osado y rancio. Te pongo un 10 Susana. Estas en mi top de las mejores🤩👍

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