Imagen de Melanie Griffith en la mítica película "Armas de mujer" |
En mi opinión, la VERDADERA REVOLUCIÓN de la mujer no pasaría por faltar a su puesto de trabajo (para quienes tengan la suerte de tener uno, claro), la auténtica y temida revolución y de la que nadie habla DEBERÍA PARTIR DEL SENO DE NUESTROS HOGARES. ¿Qué pasaría si, en vez de faltar a ese puesto de trabajo que nos ha costado sudor e historia conseguir, por el que recibimos un salario y muchas incluso estemos cotizando, hiciéramos una huelga de verdad, es decir, dejásemos de hacer las tareas domésticas??? Esto incluiría por supuesto desentenderse también del cuidado de los hijos, no alimentarlos, no llevarlos al colegio ni ayudarlos a hacer los deberes, etc. Esta huelga sí que despertaría consciencias, no solo la de los hombres sino también la de muchas mujeres que tienen el rol tan asumido que no son conscientes de lo trascendental que es su labor. El mundo se paralizaría y quedaría a la vista de todos que EL TRABAJO MÁS IMPORTANTE DEL MUNDO, el que está vinculado directamente a la supervivencia, el más valioso y multidisciplinar que existe, el que más tiempo requiere (las 24 horas de toda una vida y sin vacaciones), NO ESTÁ REMUNERADO y lo detentan en su mayoría mujeres. Vamos, que somos el burro de carga de la sociedad. Y no solo no nos lo agradece nadie, sino que nos hacen creer que es nuestra obligación, al mismo tiempo que nos estigmatizan por ejercerlo.
Pero no os preocupéis, la ‘sociedad del bienestar’ ha pensado en nosotras creando la bienintencionada ‘baja por maternidad’, vamos, que te invitan o más bien te hacen la cama para que vuelvas al sitio de donde nunca debiste salir, ¡so espabilá! Regalo envenenado donde los haya, todos conocemos a más de una mujer que, tras “disfrutar” de dicha baja, luego no se ha reincorporado a su trabajo fuera de casa (el que sí está remunerado). Por no hablar de las que se lanzan a la maternidad animadas por dicha baja (totalmente comprensible por mi parte). ¿Pero qué me decís de la ’baja por paternidad’? Sí, esto no es otra cosa que unos diítas de permiso para el cónyuge varón que, tras el alumbramiento de su mujer, se ve en su deber de salir a comprar el periódico, bajar al perro, salir a hacer la compra y atención, que aquí viene la prueba de fuego más letal y decisiva: ¡cambiar pañales! (para luego fardar por ahí tanto ella como él). Pero, después de cortar el cordón umbilical, esto no es na, gañán!!! Para conseguir pasar tan durísima prueba y ser de esos hombres de los que dicen han cambiado pañales, tan solo hay que cambiar uno.
Pero que no cunda el pánico, que aunque esta huelga se propusiese, no lograríamos llevarla a término debido a la escasa participación; vamos, que terminaría siendo como la Hora del Planeta o el día mundial sin automóvil. ¿Sabéis por qué? Porque somos compasivas, solidarias y ESTAMOS ACOSTUMBRADAS A HACER LAS COSAS SIN ESPERAR NADA A CAMBIO. Y el altruismo no da dinero, señores. Y si no, ¿a qué mujer no le han espetado alguna vez la célebre frase "lo haces porque tú quieres", acompañada de un "nadie te obliga"? ¡Eureka!, parece que ha salido el premio gordo y hemos dado con una de las cuestiones de fondo de las que hablaba al principio. Y es que mientras en este mundo el dinero (llamadlo ganancia, productividad, beneficio…) esté ante todo, por encima de todo y lo justifique todo, la mujer, que tiene la extraña y misteriosa virtud de moverse generalmente por otros motivos, tendrá por desgracia poco que hacer, su voz se hará pequeñita y su discurso estará siempre asediado por el descrédito, la calumnia e incluso la mofa, al tiempo que es explotada por avaros empresarios, que no dudarán en saturarla de trabajo mientras la critican a sus espaldas.
Por eso hoy, Día de la Mujer, me uniré a esta hermosa y esperanzadora marea violeta, rindiendo homenaje a todas las mujeres, sean cuales fueren sus circunstancias. Pero sobre todo, a AQUELLAS que como yo, adoctrinaron para ser "MUJERES DE SU CASA''.
Felicidades, mujer del mundo. Gracias por tener siempre a punto las palabras.💜
ResponderEliminarTe adoctrinaron para ser "de tu casa". Menos mal que te zafaste. Menos mal que no fuiste una de esas que se desaprovechó. Menos mal. Cuánto nos hubieramos perdido sin tu " pluma afilá". Bravo!!!
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