Alguien te nombró reina y te puso un palacio
de amplias estrecheces y enormes exigencias,
con altas escaleras y frágiles peldaños
de cajones lacados, vacíos, color rosa.
Vagarás por alfombras sobre agujas de infarto,
contornearás tu cuerpo, contentando al azogue
pero tu rol perverso de ninfa seductora
será su fiel sustento y la excusa perfecta
para que el huracán desate contra ti
su rabia sin motivo, mas lleno de razones.
Bailotearás con príncipes, te regalarán flores
y una casa con porche, con una gran cocina
donde pondrás tu cetro y tus aspiraciones.
Un lacayo sin ojos bendecirá tu enlace
y un sapo nauseabundo besuqueará tus labios,
saldrás de alguna iglesia envuelta en mil arroces
para acabar bailando Giorgie Dan con el diablo.
Te preñarán con creces antes de que cante el gallo
llenándote la casa de niños revoltosos,
de fiestas de cumpleaños, bautizos, comuniones,
mucho antes de volverte adicta a la limpieza,
a los tranquilizantes y a las preocupaciones.
No tendrás días de fiesta, tampoco vacaciones,
tu doble cometido no está remunerado,
hasta que un día Judas se fugue en su mercedes
con la que fue su amante, mientras que tú planchabas.
Te harás especialista en domar tempestades,
en amansar a fieras y amamantar a lobos,
resistirás maltrecha y sumisa a los embistes,
a la culpa, al pecado y a las humillaciones
de un tornado rabioso que dice que es tu dueño,
que finge que te adora, te cuida y te protege,
que es él quien te da y tú, la que recibes.
Serás santificada,
más luego muerta y sepultada,
te erigirán iglesias
y construirán altares
de oro y sufrimiento,
de cera y devoción
para que te avergüences
aún más de tus pecados
y de tu condición,
haciendo que enloquezcas
de culpa, de dolor,
de mero aburrimiento
o pura inanición.
Inmaculada o impura,
nunca dejarán de honrarte,
de rezarte y exaltarte
como tótem de renuncia,
sacrificio, abnegación.
Serás pretexto de guerras,
siempre ganadas por otros,
recibidora de halagos,
receptora de piropos,
objeto de juramentos,
motivo de tatuajes,
la excusa para pecar,
el descanso del guerrero,
la tentación, la flaqueza,
la deshonra, el desliz,
histérica, presumida,
maruja, bruja, florero,
receptáculo de semen,
Lolita y madre gallina.
Peligrosa ante el volante,
la causa de mil desgracias,
la perdición de los hombres,
razón de ser del Don Juan,
la que miente cuando besa,
‘la otra’ y ‘la bien pagá’,
‘la de la falsa monea’,
la de moral distraída
y ‘la que besa de verdad’,
la loca, la descarriada,
la que aguanta porque quiere
y la de la pata quebrada,
el coño de la Bernarda
y también el de la Loles,
la santa, la mojigata,
la borde, la mal follá,
la ligerita de cascos
y la que tiene una pedrá
la consorte y la querida,
la gueisa, la periquita
y la que sabe estar callá,
aquella que lleva un burka
y la que va enseñando to,
la del pañuelo manchado,
el clítoris extirpado
y la del NO no escuchado.
El pecado y la virtud,
son los extremos perversos
que conformarán tu cruz.
Harta de ser vapuleada,
sucumbirás a clichés,
prototipos y etiquetas
que mermarán tu belleza
y anularán tu poder,
complaciendo así al azogue
que siempre querrá tu sed,
tu hambre, tu carestía,
tu silencio y tu locura,
con el fin de someterte
y no enfrentarse al desvelo
que le produce saber
que ERES LIBRE
y sin mesura.
Fuerte real y explicado con toda la carga emocional de mujer. Felicidades.
ResponderEliminarInteresante tu blog
ResponderEliminarsaludos desde Miami