Dedico esta
entrada a los voluntarios y trabajadores de la AECC, una hermosa
casualidad de la vida que estaba en mi destino.
Superviviente es el que vive condiciones adversas
y sale reforzado de ellas… Dicen que de toda crisis se sale, pero no todo el
mundo lo hace de la misma forma. El superviviente se las ingenia para darle la
vuelta a la tortilla, haciendo de la adversidad su aliado y maestro. Consiste
en planificar tu vida día a día aunque luego te la destrocen, en ver puentes
donde otros ven acantilados, en no huir de lo que te ha tocado, sino agarrarte
a tu fatalidad con uñas y dientes porque ésta será también tu tabla de
salvación.
No se queja de su destino porque no tiene tiempo
para ello, en realidad no se queja nunca por nada. Tiene una sonrisa cuando
sale de casa y se dispone a enfrentarse al mundo, tiene miles de consejos para
dar y siempre está dispuesto a echar una mano, porque es incapaz de verse como
víctima, para él las víctimas son los demás.
Sabe elegir el camino correcto y además hace por
seguirlo, aunque las tentaciones de tomar otro más fácil lo acosen
constantemente. Confía en la vida y en las personas, sabe empatizar con todo
tipo de gentes, así como relativizar y mirar las cosas desde distintas
perspectivas. Fue cultivando estas herramientas que comprobó por sí mismo que
no hay nada más necio que prejuzgar a los demás y que todas las personas nos
pueden enseñar algo y las que menos creemos, mucho más.
Cree por encima de todo en el ser humano con sus
defectos y virtudes, lo que le lleva a confiar en sí mismo y en su destino.
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