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sábado, 27 de abril de 2019

¿PERIODISMO RESPONSABLE?

A un día de las elecciones generales y rompiendo el protocolo de la jornada de silencio, veo necesario hacer una reflexión


De un tiempo a esta parte, he observado un giro en la forma de tratar la actualidad en los programas de la televisión, así como en los telediarios. Considero que se han vuelto bastante SENSACIONALISTAS a la hora de tratar la política y priorizar las noticias. Este hecho, acompañado de lo que considero una “pluralidad desacertada” (aquí viene el que quiere, todo el mundo está invitado), ha hecho que, al menos para mí, ver este tipo de programas se haya convertido en un suplicio. 

Parece que los estoy escuchando: hay que aprovechar el tirón, aquí hay contenido del bueno y para rato. Llamémoslo 'pluralismo informativo', eso. Invitemos a ese incipiente partido tan polémico por sus ideas retrógradas, anticonstitucionales y antiéticas. Hagámosle un huequecito para que su voz también sea escuchada. Venga, ¡vamos a por esos índices de audiencia!

Pero digo yo, la pluralidad y la libertad de información y de expresión están muy bien, pero no nos confundamos, no queramos ser más periodistas que nadie ni más progres y abiertos que nadie, porque una cosa es la pluralidad y otra, situar en la misma pole position a corredores de distintas categorías. Porque en la carrera política las consecuencias las pagamos nosotros.

Y es que creo que estos programas han perdido totalmente el norte y el enfoque. La lente que utilizan a la hora de priorizar la información da mucho que desear. No es que los árboles les impidan ver el bosque, es que prefieren no verlo. Es como si  todos y todas fuésemos en un barco que hace aguas, mientras que el capitán y sus tripulantes debaten sobre un grupo de marineros que quieren dejarse barba en vez de perilla, priorizando como urgente si es lícito hacer un referéndum de consulta para dicha cuestión, en vez de buscar una solución eficaz a las pérdidas de agua. ¿Qué importará llevar barba o perilla, cuando se está con el agua al cuello?

Pienso que el asunto del ‘procés’ fue y es una bobería, una cortina de humo utilizada por aquellos que, por no tener nada que aportar y por supuesto, para tapar y emborronar sus propios errores, necesitan un enemigo, aunque sea en su propia casa (siguiendo con el símil, en su propio barco) para atizar y confundir a un pueblo, al tiempo que lo embriagan con himnos, banderas, orgullo patrio, golpes de pecho y miedo. Un miedo sacado de la chistera, falso, ilusorio, interesado. ¿Cómo puede darte miedo un ‘independentista’? Es de risa. Miedo dan los ladrones de guante blanco, las cifras del paro, los que abogan por quitarnos derechos básicos conseguidos con siglos de esfuerzo, etc. Es una estrategia que cala en la sociedad. Y si no, tomen nota del fenómeno Trump en EEUU. 

¿No deberían los medios tomar consciencia de ello y actuar en consecuencia? Al fin y al cabo, es lo que se espera del periodismo: imparcialidad, rigurosidad, pluralidad. En vez de dedicarle horas, días y programas enteros al asunto de la independencia (yo creo que he llegado a leer y escuchar más veces la palabra "Puigdemont" que cualquier otra palabra en mi vida), dándole una relevancia, emergencia y gravedad desmesurada, han dejado de lado los asuntos que de verdad importan. 

¿Establecer un ‘monotema’ se considera 'riguroso'? ¿Dar a un pequeño partido de ideas bárbaras la misma difusión que a los otros partidos es 'pluralidad'? En mi opinión, ambas van en contra de los valores del periodismo y encima, hay que oírles decir cada día: “mañana más periodismo”, cuando en realidad nos están diciendo “mañana más procés y más Vox”. 

Si los programas de cotilleos son telebasura, ¿a esto cómo lo llamamos? 

1 comentario:

  1. Ojalá podamos tenerlo alguna vez y se respete el derecho a la información. Fantástica reflexión 😍💜

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