¿Quién iba a decirnos que esta canción, que fue un bombazo en 1986, hechizándonos a todos con su
arrebatadora guitarra y ritmos heavies pasados por el fino tamiz de la
comercialización, llegaría a convertirse con el paso de los años, en la gran
horterada del universo? Hecho que vendría refrendado por la cara de Barbie y
rizos de oro del cantante de origen sueco, Joe Tempest, que hiciera furor entre
las fémin@s del momento. Sin embargo, no sé si será la
edad o la deliciosa nostalgia de recordar una década irrepetible que marcó mi frugal
adolescencia, que en los últimos años me he vuelto de nuevo entusiasta de esta
canción, ya que cada vez que la escucho se me vienen imágenes como en fotogramas
de multitud de acontecimientos que nos tocaron vivir a la gente de mi
generación. El otro día, al sonar la canción en la radio, le pregunté a un
amigo: "¿qué hacías tú cuando Europe sacó The final Countdown?" Mi
amigo entornó la mirada y una cálida sonrisa iluminó su rostro... Como podéis imaginar, terminamos hablando
de la Generación de EGB, la generación que se conmocionó con la muerte de Félix
Rodríguez de la Fuente y más tarde lloraría la muerte de Chanquete, la
generación de El Hombre y la Tierra, el Un Dos Tres y Barrio Sésamo, el
inolvidable grupo Parchís, Mazinguer Z, La Bola de Cristal, la serie V y el
Gran Héroe Americano. La generación que recibió el derechazo del pecho de
Sabrina con la misma estoicidad que los disparos en el techo del Parlamento el
23 F, la generación de Pedro Sánchez, la Reina Letizia, Jordi Évole, Íker
Jiménez, Penélope Cruz... La generación que escuchó las cassettes de los
chistes de Arévalo, bailó Los Pajaritos y Mami qué será lo que tiene el negro. La
generación que enloqueció con Thriller y vivió el nacimiento y reinado de los
dos astros más grandes de todos los tiempos: Michael Jackson y Madonna. La
generación de "the book is on the table", el Sistema Central y el
Macizo Galaico, BUB, COU y los trabajos manuales de chapón. La generación
que se bajaba a la calle a jugar al elástico, al mate, al escondite, al pilla pilla y los
chicos te preguntaban: "¿quieres salir conmigo?" Una generación que
ha superado los complejos de no hablar inglés, no tener ni pajotera idea de
informática y ser torpe con las tecnologías. Señores, somos la generación que
vio nacer Internet, Microsoft y Apple, que son ese gran telón de acero que
nos separa del Pleistoceno analógico, ese al que todavía pertenecemos... En fin, un ejemplo
de adaptabilidad, tesón y coraje. ¡Una generación de
supervivientes!
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Me gusta mucho este artículo me uno a dicha generación y a vivir la vida como si no hubiera mañana
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